TRRRRRRR... UUUAAHHH!
Ponytail Ice Cream Spiritual (Junio 2008)
Baltimore, rock, mantras, noise, melodías, dos guitarras, una batería y los griticos, susurros, gruñidos, aullidos y demás vocalizaciones sin letra de Molly Siegel. Su sonido se acerca al de una sucursal norteamericana de Boredoms (de 2000 hacia acá), sólo que con más rock en todo el collage auditivo. Hay también algo de la locura de Aa en sus experimentaciones, hechas con más intención de divertir que de hipnotizar, haciendo obvio que el disfrute al grabar este disco fue total. Si tienes el gusto adquirido para probar una música que no es para todos te divertirá a ti también.
Si bien de principio a fin Ice Cream Spiritual suena a jamming eufórico con ciertos aires tribales de algún culto, todo está colocado en el lugar que tiene que estar, aquello de orden dentro del caos encaja bien aquí. No hay virtuosismos, ni pretensiones, pero sí la energía necesaria para demostrar que la música es un impulso natural y puede expresarse de la manera que a cada quien le dé la gana.
Si bien de principio a fin Ice Cream Spiritual suena a jamming eufórico con ciertos aires tribales de algún culto, todo está colocado en el lugar que tiene que estar, aquello de orden dentro del caos encaja bien aquí. No hay virtuosismos, ni pretensiones, pero sí la energía necesaria para demostrar que la música es un impulso natural y puede expresarse de la manera que a cada quien le dé la gana.
La portada es reflejo de los sonidos que escuchamos en el disco, es casi literalmente escuchar a cada uno de los miembros del grupo lanzando pintura contra una superficie y haciendo que su instrumento (o voz) choque y se esparza hasta tener varias capas que juntas justifican el desorden, mereciendo ser exhibidas y admiradas por quienes disfrutamos la música en cualquiera de sus expresiones e impulsos.
Como diría Molly: Oh waa e ho ha! Oh waa e ho ha! awawiwo, ahhhh!!! aaaaargh...!!!
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