Desde 2002, y hasta principios de este año, Parts & Labor era un trío de Brooklyn. Ahora es un cuarteto de Brooklyn.
Con respecto al crecimiento de su line up, dicen: "Ahora somos una banda de 4 personas tratando de sonar como una 6, antes éramos una banda de 3 tratando de sonar como una de 5..."
Su 4to. miembro es Sarah Lipstate - mira su trabajo aquí y su myspace aquí- , una cineasta y músico experimental, que ahora se encarga de alimentar aún más el otrora noise rock de esta banda neoyorquina cuyos sonidos abrasivos han venido colisionando con voces melódicas - por momentos muy parecidas a las de Hüsker Dü - cubiertos por unas cuantas capas entre las que se esconden instrumentos de - casi - todo tipo con varias intervenciones electrónicas.
Atrás quedaron las frenéticas revoluciones en la batería, a lo Lightning Bolt, también los ruidosos asaltos que sumergían la voz en un caos perfecto. Lo de ahora es más accesible, hasta más pop dentro de lo que cabe. Puedes decir que se suavizaron, pero también que expandieron su rango sonoro, yo me quedo con la segunda opción.
Los primeros 7 minutos del disco, cortesía de Satellites, son una bienvenida para lo que trae esta nueva etapa de Parts & Labor, es una canción que va amenazando con explotar caóticamente pero que no llega a hacerlo como tal; su crescendo es sostenido y antes de darnos cuenta, ya vamos por el climax de la canción. Luego viene Nowheres Nigh, que puede sonar como un hit rockero noventoso pero con una instrumentación mucho más interesante, hay momentos, como en Little Ones, fácilmente uno de los puntos más notables en cuanto a melodías, donde el aparente desfase entre música y voz sólo le dan mayor atractivo a estos memorables momentos que nos da este ahora-cuarteto. Mount Misery y The Ceasing Now son como unos ejercicios a los que pavosamente podemos comparar con unas power-ballads, pero obviamente à la Parts & Labor.
Las descripciones anteriores pueden predisponer a los arriesgados con respecto a este disco, pero la verdad es que Parts & Labor siempre ha sido para escuchas arriesgados y Receivers no es la excepción, de hecho exige una atención especial para saborearlo como es debido. Una vez digerido y entendido, puede formar parte de los lanzamientos más interesantes del año.
Receivers, en tiendas - de otros países - a partir del 21 de octubre.
Mientras tanto, un video en vivo de Great Divide, canción de su disco Stay Afraid (2006)
Con respecto al crecimiento de su line up, dicen: "Ahora somos una banda de 4 personas tratando de sonar como una 6, antes éramos una banda de 3 tratando de sonar como una de 5..."
Parts & Labor Receivers (2008)
Su 4to. miembro es Sarah Lipstate - mira su trabajo aquí y su myspace aquí- , una cineasta y músico experimental, que ahora se encarga de alimentar aún más el otrora noise rock de esta banda neoyorquina cuyos sonidos abrasivos han venido colisionando con voces melódicas - por momentos muy parecidas a las de Hüsker Dü - cubiertos por unas cuantas capas entre las que se esconden instrumentos de - casi - todo tipo con varias intervenciones electrónicas.
Atrás quedaron las frenéticas revoluciones en la batería, a lo Lightning Bolt, también los ruidosos asaltos que sumergían la voz en un caos perfecto. Lo de ahora es más accesible, hasta más pop dentro de lo que cabe. Puedes decir que se suavizaron, pero también que expandieron su rango sonoro, yo me quedo con la segunda opción.
Los primeros 7 minutos del disco, cortesía de Satellites, son una bienvenida para lo que trae esta nueva etapa de Parts & Labor, es una canción que va amenazando con explotar caóticamente pero que no llega a hacerlo como tal; su crescendo es sostenido y antes de darnos cuenta, ya vamos por el climax de la canción. Luego viene Nowheres Nigh, que puede sonar como un hit rockero noventoso pero con una instrumentación mucho más interesante, hay momentos, como en Little Ones, fácilmente uno de los puntos más notables en cuanto a melodías, donde el aparente desfase entre música y voz sólo le dan mayor atractivo a estos memorables momentos que nos da este ahora-cuarteto. Mount Misery y The Ceasing Now son como unos ejercicios a los que pavosamente podemos comparar con unas power-ballads, pero obviamente à la Parts & Labor.
Las descripciones anteriores pueden predisponer a los arriesgados con respecto a este disco, pero la verdad es que Parts & Labor siempre ha sido para escuchas arriesgados y Receivers no es la excepción, de hecho exige una atención especial para saborearlo como es debido. Una vez digerido y entendido, puede formar parte de los lanzamientos más interesantes del año.
Receivers, en tiendas - de otros países - a partir del 21 de octubre.
Mientras tanto, un video en vivo de Great Divide, canción de su disco Stay Afraid (2006)
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